Infidelidad. Si engañas no amas.

La realidad es que ninguno de nosotros tenemos la respuesta exacta; para Freud la infidelidad está totalmente justificada con la existencia de los seres humanos por dos factores: ternura y sensualidad. Las dos corrientes conforman el amor y el deseo en la etapa de la niñez (etapa edípica para Freud) que surgen después del trayecto de nuestra infancia y conforme a las experiencias vividas en ella. De esta modo es como nosotros vamos a ver y llevar acabo la infidelidad; desde ser amantes de alguien más o ser nosotros los que seamos infieles. En un caso específico, el deseo de serle infiel a nuestra pareja es incontrolable, ya que nuestra necesidad de estar con alguien más sin importar que tengamos una relación con una persona, se debe a que en realidad no buscamos comprometernos con nadie, pero deseamos –egoístamente– tener todos los beneficios de un noviazgo. Como seres infieles nos gusta la libertad, incluso estar con otras personas pasándola bien, mien...